miércoles, 21 de julio de 2010

articulo del diario La República

Entrevista. Arquitecto Salvador Schelotto, candidato a rector en la Universidad de la República

'Una Universidad inclusiva e incluyente'.


Salvador Schelotto fue decano de la Facultad de Arquitectura por dos períodos consecutivos, desde el año 2001 hasta el 2009 y actualmente es uno de los dos candidatos para asumir el rectorado de la Universidad de la República del Uruguay (Udelar). Con él habló LA REPÚBLICA para conocer sus propuestas.

Victor Carrato

¿Cuál es el panorama universitario actual?

Lo interesante de esta instancia es mostrar que la Universidad es plural internamente. Hay pluralidad de visiones y de voces. Alguien que esté un poco alejado puede pensar que aparentemente hay unanimidad o una visión única, lo cual no es cierto. Pero lo rico y lo valioso es que hay posibilidad de integrar visiones en proyectos comunes pero que se manifiestan a través de diversas voces.
Creo que es el momento en el cual hay algunas proyecciones a futuro es la ocasión para hacerlo en cuanto a las tareas de la Universidad en un contexto tan peculiar como se encuentra el Uruguay desde el 2005, pero sobre todo ahora a partir del 2010. Es necesario asegurar que ciertos procesos que son bien interesantes y que a todos nos generan expectativas positivas, un país que se ha vuelto a pensar a sí mismo, que se ha vuelto a sentir con confianza en sus potencialidades y que tiene, además indicadores no excelentes, pero sí buenos de crecimiento económico, puede asegurar la sustentabilidad de este modelo que no sólo va a caballo de una ola de bonanza económica internacional.
Es necesario que sea no solo un modelo de crecimiento y concentración sino también de desarrollo económico. Ese es uno de los grandes riesgos. El país ha venido registrando seis a siete años de crecimiento sostenido, con un esbozo de redistribución, todavía con una desigualdad muy fuerte y para que esto sea un proceso auténtico y sustentable tiene que haber condiciones de mayor equidad, de mayor igualdad en la distribución de la riqueza.
Esto no tiene que ver sólo con lo económico sino con aspectos muy profundos de índole cultural, con el acceso a la educación y específicamente con la educación superior. Uno de los índices de desarrollo de la sociedad es la tasa de escolariza-ción de los jóvenes en la formación terciaria y universitaria y el Uruguay está rezagado, incluso en términos regionales. Pero más rezagado está si se analiza internamente su composición de la población estudiantil. Es decir que los jóvenes de Montevideo o próximos a la capital, acceden a la formación terciaria en una proporción importante, mientras que los jóvenes de las familias radicadas en el interior del país tienen una condición de acceso mucho más restringida. -Y socialmente también es poco inclusivo el acceso a la Universidad. - Por supuesto, si uno suma lo social con lo geográfico, se encuentra con que el Uruguay tiene aparentemente índices medianos, pero en realidad hay más de un Uruguay. Hay un Uruguay metropolitano y otro del interior profundo. Esto se refleja en la demanda y a su vez en la propuesta de desarrollar la Universidad en el territorio, lo cual va a ser uno de los grandes desafíos de los períodos que vienen. Incrementar, mejorar y consolidar la presencia en la Universidad en el territorio nacional, a través de los centros regionales, de las sedes, de actividades, de programas, con un objetivo de inclusión social, hacia fuera para establecer vínculos con la sociedad y la producción y hacia adentro, incluyendo a sus propios integrantes. Es decir a los distintos grupos que la componen, tanto sean estudiantiles de distintos orígenes como distintas áreas de conocimiento, distintas prácticas, de acuerdo a los distintos programas y carreras. Por eso yo le puse como título a esta propuesta "Una Universidad inclusiva e incluyente". Inclusiva para nosotros los universitarios e incluyente como factor de cohesión y de articulación de la sociedad uruguaya. -

Resulta peculiar que en un momento en que el gobierno se plantea un plan de emergencia habitacional, la Facultad de Arquitectura proponga su candidatura.-

Sí, puede ser una señal, porque además acá en la Facultad hay una movida muy fuerte con relación a este tema, casi como una reacción espejo de la iniciativa del gobierno. Acá se ha generado un movimiento muy fuerte en torno al tema de la vivienda.

- ¿Cómo se expresa? -

Se expresa en una instancia de trabajo que se llama "Habitabilidad", que tiene como objetivo primero reunir todo ese cúmulo de experiencia que existe en la Facultad, que por cierto no es la única que tiene que ver con este problema, pero una de las que está comprendida. Se trata de ponerse a disposición de las iniciativas que propone el gobierno no sólo de la emergencia sino en materia general. Es una de las formas en las cuales la Universidad da respuesta a su mandante, que es el pueblo uruguayo que es el que le otorga la confianza y los recursos para funcionar. La Universidad tiene que devolver a través de distintas formas el conocimiento generado.

-Hay ciertos sectores que critican a la Universidad su encerramiento. Incluso el ex presidente Sanguinetti acaba de criticar las "utopías regresivas" de las universidades latinoamericanas.

-Me resulta muy curioso eso. Estaba leyendo ese artículo que salió en varios medios esta semana y me parece que está a destiempo. Quizás el ex presidente está desinformado, no sólo sobre la Universidad uruguaya sino también de la universidad latinoamericana en general, porque precisamente, esa utopía latinoamericana, de una Universidad abierta es un factor clave de desarrollo. Las sociedades más avanzadas del mundo son las que tienen la mayor tasa de escolarización universitaria. Parece un poco extraño plantearse un modelo regresivo en esta etapa. En cambio lo que tendríamos que pensar es ir a más. Ese posicionamiento resulta muy curioso y parece más de los años 70, 80 y 90, con la hegemonía de un pensamiento único en el mundo. Al contrario, este es el momento del paradigma del desarrollo, del desarrollo humano donde el factor educativo es uno de los componentes principales.

- También hay sectores que critican a la Udelar comparándola con las privadas que aparecen como más dinámicas.

- Es muy relativo también. Puede ser que las universidades privadas en el Uruguay, de alguna manera, se desarrollaron cultivando áreas y disciplinas que no estaban presentes en la Universidad pública. Ahí puede haber un indicio de mayor dinamismo, pero si uno toma por ejemplo las carreras que se acreditaron a nivel regional, del Mercosur, validadas con estándares internacionalmente, de calidad educativa, de calidad de investigación, todas las carreras de la Udelar fueron aprobadas. Habría que preguntarse cuántas de las universidades privadas se presentaron y qué tipo s de resultados tuvieron. Se lo dejo para un investigador o un periodista. Creo que hay mitos también. Yo no voy a atacar ni a criticar a las universidades privadas. Creo que hay un mito'sobre la Universidad pública y también que la sociedad uruguaya, a veces, tiene como cierta relación ambigua porque hay un respeto, un cariño por la Universidad, hay una alta valoración social, pero por otro lado siempre a la Universidad se la ve como distanciada de la realidad social. No está mal que se marquen las insuficiencias pero creo que también hay que ser justos. La Universidad durante mucho tiempo fue postergada y en este último quinquenio tuvo un respaldo muy importante. Muchas veces fue aislada de su vínculo institucional con entidades de gobierno porque es la natural colaboradora con el Estado en distintas áreas del conocimiento y de desarrollo. Esto fue superado, Por suerte esto pertenece a un período del Uruguay que ya no está planteado así.

- La Universidad tiene tres áreas básicas: educación, investigación, extensión. ¿Cómo estamos en eso?

- Justamente para ir a más hay que pensar en continuar procesos de transformación sobre la base de mayor autoexigencia. Yo creo que la enseñanza de grado, la que debe cubrir a miles de jóvenes que se van a incorporar a las aulas tiene que ser más desarrollada en calidad y tiene que ser más autoevaluada y evaluada externamente. Esa es una de las claves, porque el desarrollo de un proceso de mejora continua es un proceso autocrítico y es también una evaluación de pares. Esto lo hemos empezado a experimentar a través de un proceso de acreditación regional y hay que continuar y profundizar eso. En materia de investigación hay que lograr la vinculación a los problemas de desarrollo nacional. Quizás esta instancia de trabajo a partir de algunas implantaciones en el Interior va a permitir vincularse con los problemas locales o regionales de una manera más auténtica. Y creo que también hay otra cosa que aún no está en el pensamiento universitario que es que a medida que va creciendo la población estudiantil y a medida que esa población estudiantil se va graduando, tenemos que desarrollar un fuerte vínculo con los graduados universitarios. Ese es el sector de universitarios que tiene un vínculo más débil con la Universidad, por razones históricas, culturales.

- Recientemente la Universidad de la República se negó a iniciarlos cursos de Medicina en Salto en base a ciertas valoraciones de calidad. ¿Qué dice usted?

- Yo creo que todavía hace falta fortalecer algunos consensos. Una actitud y un discurso muy favorable para el desarrollo en el Interior, enérgico y con confianza, con un trabajo conjunto con los actores locales, y también, a veces aparecen algunas reservas que hay que irlas desmontando en cuanto a la calidad de las propuestas.

- ¿Pero nos fijamos más por una exigencia cualitativa que por comenzar a hacer lo que podemos hacer? -

Claro. Nosotros pensamos que se está pasando de una prehistoria a una historia escrita y proyectada de cómo desarrollarse en el Interior. Hasta ahora el desarrollo era más a impulsos de propuestas parciales. Hoy día creo que estamos mucho más en condiciones de reconocer las capacidades del medio local. Yo estoy convencido que la carrera de Medicina se puede desarrollar en Salto, entre otras cosas porque en todo el Interior hay servicios de salud con niveles de desarrollo muy avanzados, a nivel tecnológico y del conocimiento, hay profesionales muy destacados, hay posibilidades de hacer prácticas de formación en servicios. En los últimos años la medicina ha tenido un alto nivel de desarrollo en el Interior, donde se puede destacar Paysandú, Salto, Tacuarembó y otras ciudades más porque los muchachos que van a hacer sus residencias, no sólo en Medicina sino en otras carreras de la salud y en otros servicios privados, entonces ¿por qué no completar esos ciclos? Es un paso que finalmente la Universidad va a dar.

- El intendente de Maldonado, Oscar de los Santos donó buena parte del sueldo durante el último período para construir una sede universitaria en Maldonado. ¿Qué piensa usted de esto? -

Es una experiencia maravillosa. Particularmente por el personaje que tiene una confianza y una apuesta al desarrollo de su localidad, de su departamento, sobre la base del desarrollo del conocimiento y la enseñanza a nivel superior y que ha puesto no solamente su gobierno en esa tarea, sin o también su aporte personal. Es una historia muy singular y destacable pero también hay una sociedad local que está trabajando en Maldonado así como también en otros departamentos de la región del Este que van a darle la base de sustentación de realidad a ese trabajo de desarrollar un centro regional universitario.

No hay comentarios: